Nuestro primer año.
Hoy podríamos decir, como se dice siempre, que ya ha pasado un año. Pero decir así nos dejaría con el sabor de que ha sido un año más y este seguramente no lo fue. Juntos comenzamos a recorrer un camino en el que todos tuvimos que aprender, los jugadores, los entrenadores, los dirigentes a vivir de acuerdo a valores, a normas que están, muchas de ellas, lamentablemente pasadas de moda o caídas en desuso. Aprendimos que la palabra respeto significa escuchar y después hablar, que confiar es creer en mi amigo, que se sacrificó a mi lado en las practicas, y del que me gane su confianza con mi sacrificio, aprendimos que en el rugby, el árbitro se equivoca, pero siempre tiene la razón, que nadie me controla pero igual debo cuidarme solo, porque el equipo, mis amigos, esperan que lo haga. Jugamos un juego que tiene muchas reglas, pero también tiene un espíritu que no está escrito pero que debemos respetar y valorar. Juntos hicimos las bases, las raíces de un equipo extraordinario el cual, no me cabe la menor duda, va a lograr cosas importantes, porque parafraseándolo a Dolina “UN EQUIPO DE AMIGOS ES INVENSIBLE” pero aun si pierde “SIEMPRE ES MEJOR PERDER CON LOS AMIGOS QUE GANAR CON DESCONOCIDOS”. Con los pies sobre la tierra, pero con nuestros sueños por la nubes, sigamos poniendo el corazón para que esto que hoy podemos llamar “nosotros” no pare de crecer.
Tu entrenador